El agua es uno de los recursos más esenciales para la vida en nuestro planeta, y sin embargo, su disponibilidad y calidad están en riesgo en muchas partes del mundo.
De hecho, ninguna región puede sentirse realmente a salvo de este desafío.
Algunos datos.
Antes de adentrarnos más en el tema, requerimos de algunos datos para comprender la magnitud de la situación. Lo primero que debemos saber es que la escasez del agua no es un problema limitado a una región específica, sino un problema global en todo el sentido de la palabra. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, más de mil millones de personas no tienen acceso a agua potable y 2.2 mil millones no tienen acceso a servicios de saneamiento básico. Además, se espera que la demanda mundial de agua dulce aumente en un 55% para el año 2050 debido al crecimiento de la población y el cambio climático.
¿Cuál es la causa de este problema?
Algo es claro, y es que la situación no obedece a una causa puntual, sino que es el resultado de una combinación de factores. Sin embargo, dentro de los principales podemos señalar la contaminación, el cambio climático y el uso poco sostenible del preciado recurso. Veamos un poco más a fondo cada uno de estos factores:
- La contaminación del agua es un problema grave en muchas partes del mundo, y puede ser causada por una gran variedad de fuentes: la agricultura, la industria y la actividad minera son solo algunas. Este serio problema tiene grandes consecuencias para la salud humana y la naturaleza, causando la muerte y enfermedad de personas y hábitats por igual. De hecho, en Costa Rica, país reconocido por su cultura ambiental, contamos con el nada grato honor de tener el río más contaminado de Centroamérica, el Tárcoles.
- El cambio climático es otro de los grandes desafíos para la disponibilidad del agua en el mundo. Sequías, inundaciones y otros desastres naturales son solo algunos ejemplos de las consecuencias de este problema. De hecho, se espera que la intensidad y frecuencia de las sequías se dispare en años venideros como resultado del cambio climático. Los patrones de lluvia y la calidad del agua son otras de sus consecuencias. Estos aspectos pueden tener afectaciones sin precedentes en la vida humana y animal, dependiente del delicado equilibrio ecológico.
- Finalmente, el uso insostenible del agua sigue siendo el gran desafío de nuestro presente. La agricultura, la industria y el consumo humano están poniendo una gran presión sobre los recursos hídricos, y en muchos casos se está extrayendo agua a un ritmo más rápido del que se puede reponer. Esto se refleja en la pérdida de humedales y la falta de caudal en los ríos. Además, los monocultivos, como la piña también ponen en riesgo los mantos acuíferos, ya que utilizan pesticidas con capacidad contaminante.
¿Qué podemos hacer al respecto?
Para atacar un problema multinivel y multicausal, se requieren respuestas de similares proporciones. Algunas de las medidas que se deben poner en marcha, son las siguientes:
A Nivel Global:
Promover acuerdos internacionales que fomenten la conservación y el uso sostenible del agua.
Incentivar la inversión en infraestructuras de suministro de agua potable y saneamiento en los países más afectados por la escasez del agua.
Fomentar la investigación y el desarrollo de tecnologías que permitan la purificación y reutilización del agua.
Desincentivar el financiamiento de actividades económicas que pongan en riesgo la disponibilidad y la calidad del agua.
A Nivel Regional:
Mejorar la gestión de los recursos hídricos mediante la implementación de políticas y planes de gestión integral de los recursos hídricos.
Promover la adopción de prácticas agrícolas sostenibles y eficientes en el uso del agua.
Fortalecer la cooperación entre países vecinos en la gestión y uso de los recursos hídricos compartidos.
A nivel Individual:
Fomentar el uso responsable del agua en el hogar, reduciendo el consumo de agua en actividades cotidianas como la ducha, lavado de ropa y limpieza del hogar.
Evitar el desperdicio, reparando fugas y revisando nuestras tuberías regularmente.
Educando y elevando la conciencia sobre la importancia del agua y su uso sostenible.
Apoyar aquellos productos y empresas que se preocupan por un uso responsable del agua (ejerciendo nuestro poder como consumidores responsables).
Como es evidente, la situación del agua es apremiante. Pero aún hay muchas alternativas que podemos elegir para revertir este problema.
Cada vez es más importante que seamos más las personas conscientes de este problema.