Emprender desde la Ecología: Esencia de Luna es una de las marcas que integran la comunidad de Compra Sin Plástico. Es una marca que admiramos muchísimo, por su compromiso con el medio ambiente, así como una creatividad que nos inspira a imaginar un futuro sostenible y en armonía con la naturaleza. Su creadora, Patricia Noguera Ruiz es una mujer que demuestra que economía y ecología no pueden estar divididas, sino que pueden (y deben) trabajar en conjunto.
Sin embargo, aunque hoy doña Patricia tenga un huerto urbano muy hermoso y productivo, y sea un ejemplo de mentalidad #ZeroWaste y de economía circular, no siempre estuvo tan ligada a la naturaleza:
«Como hija de la ciudad, criada en la jungla de concreto, entre paredes de block y patios de cemento (salvo un árbol de guayaba y unas cuantas plantas de «chinas”) se desarrolló mi infancia, con los avatares de la ciudad: buses, smock, pitazos de carros, pregoneo de vendedores callejeros y ‘carteristas’” .
¿Cómo se da el paso hacia la sostenibilidad?
Empero, estas circunstancias no la limitaron. Sino que más bien serían utilizadas posteriormente como la fuerza motriz de su emprendimiento, en un claro esfuerzo por cambiar ese gris del concreto, por el verde y la vida que imprimen las plantas. ¿Cómo fue que se dio entonces el cambio? Pues no fue inmediato, sino que fue madurando con el tiempo:
“Inmersa en una cotidianidad de ajetreos propios de la vida ‘moderna’, exenta del contacto con la naturaleza. Así fueron mis primeras décadas de vida… Sin ríos, sin pozas, sin árboles, sin tierra… todo cemento y contaminación. Fue hasta mi etapa adulta que conocí otros contextos y me asombré como una niña ante las maravillas del campo. Junto con mis tres hijos comencé a conocer la tierra, el río, los cafetales… De la mano con ellos exploré otros sitios lejos de la ciudad y mi asombro fue creciendo año con año.”
Así como ella, muchas personas se ven fuertemente influenciadas al experimentar por sí mismas, la increíble sensación de plenitud y conexión con la tierra, que solo la cercanía con el ambiente nos brinda. Sin embargo, lo más increíble de todo es que al descubrir la naturaleza, nos damos cuenta de que siempre hemos pertenecido a ella y que muchas veces, es allí donde encontramos todo lo que necesitamos: salud física, mental y espiritual.
Emprender desde la Ecología es la respuesta…
A veces, las sofisticaciones de la vida moderna hacen que le quitemos la vista a la lo natural, despreciando prácticas y conocimientos ancestrales, o formas de creación artesanal. Sin embargo, nuestra conexión con la tierra es innegable, y ella misma se encarga de demostrarlo. En ese sentido, resulta sumamente particular el caso de doña Patricia:
“De niña me prohibieron jugar con tierra porque se me hacían uñeros… A mis 57 años ‘descubrí’ que se me hacían de todas formas… ¡Y por la resequedad que me provocaban los jabones industriales! ¡Menudo descubrimiento! Viví más de 5 décadas sufriendo de resequedad en la piel y urticaria, medicada con antialérgicos, ignorando que la solución era más sencilla.”
Ella descubrió como, muchas veces, es más saludable lo que viene de la tierra, que muchos de los productos que encontramos en los supermercados convencionales (con una gran cantidad de químicos y envases plásticos que más bien le hacen daño al planeta y a nuestra salud). De esta manera, doña Patricia empezó a conocer que, el autocultivo y la gestión adecuada de los residuos son claves para un ambiente sano y para nuestra salud. Hoy en día, ella aprendió a producir muchos de los productos que antes compraba, y que tan poco bienestar le generaban.
¿Qué hace distintos a los emprendimientos artesanales?
Una vez convencida de la importancia de nuestra relación con el medio ambiente y la incidencia de nuestros hábitos de consumo en la sostenibilidad, sólo faltaba un pequeño cambio para que el emprendimiento que vemos hoy, se convirtiera en una realidad:
“Quedar fuera del sistema laboral hace 3 años me brindó la oportunidad de explorar nuevos horizontes. Fue entonces cuando se abrió la puertecilla de la jaula en la que habité por décadas, desconociendo las delicias de los aromas de las esencias, las texturas y colores vegetales con los que ahora me divierto al hacer los jabones. La vida se está resarciendo con esta hija de la ciudad, dándome la oportunidad de explorar mis sentidos, de fundir mi alma en cada jabón, que para mi trasciende lo meramente material de un producto, de una mercancía… Mis Coquitos de Amor son la expresión de lo desconocido durante mi niñez, son la concreción de aventuras y sueños rezagados” 💚
Esto es lo que hace especial al Emprender desde la Ecología, que nos entregan una parte de sí en sus productos: el verdadero amor que sienten por el planeta. Ello se traduce en una alternativa ecológica que nos permite participar de este estilo de vida alejado del sistema en el que vivimos, en sintonía con el planeta y sus maravillas.
El lema de Esencia de Luna es “reconciliándonos con el ambiente con productos eco amigables” y creemos que es un bonito mantra, que sin duda puede ser adoptado por nuestra comunidad. Hemos pasado ya suficiente tiempo desconectados de la naturaleza, sin darnos cuenta de que eso es precisamente lo que somos.
¿Qué te pareció la historia Emprender desde la Ecología? Contanos tu experiencia en este viaje de sostenibilidad, los cambios que has implementado y cómo ha influido ser parte de una comunidad ecológica.