Cáñamo Sostenible. Lo bello del medio ambiente es que involucra toda nuestra existencia. Por eso creemos en su protección, y la sostenibilidad es lo que mueve a la comunidad ecológica. Así es como, la manera en la que producimos nuestros alimentos, ganamos dinero, nos divertimos, nos trasladamos e incluso, la manera en la que vestimos, están todas relacionadas directamente, influyen y se ven influenciadas, por la naturaleza.
Esta idea tan sencilla, que a las sociedades actuales parece costarles tanto asimilar, sí que la tenían mucho más clara una buena parte de los pueblos originarios. Un ejemplo es el pueblo quechua[1], que mantenía una estrecha relación con la Pacha Mama[2], cuya concepción hacía imposible una relación abusiva con la tierra o sus frutos. Por el contrario, reinaban el respeto y el agradecimiento.
Ante todo, consideramos que este respeto debe retomarse y reforzarse con los conocimientos científicos actuales. Dicho más claramente, cuando aceptamos que somos una de las muchas especies sobre la faz de la Tierra, y que nuestras acciones modifican de manera importante las condiciones para la vida (temperatura de los océanos, gases de efecto invernadero, niveles de acidez en los mares y hasta las precipitaciones atmosféricas) cacemos en cuenta de que nuestro estilo de vida debe cambiar.
Dia internacional del Cannabis
Es por ello que hoy, aprovechando la atención que genera la celebración del día internacional del cannabis, creemos oportuno enfocarnos en el aspecto ambiental de esta planta. Ya que, realmente constituye un aliado en la lucha contra el cambio climático y una importante fuente productiva con enfoque sostenible. Por eso nuestro análisis será sobre la variedad no psicoactiva de la planta[3], es decir el cáñamo industrial, no el cannabis utilizado para fines medicinales o recreativos.
Debemos tener eso muy claro, ya que la estrecha vinculación entre estas variedades de plantas es lo que originó inicialmente la persecución y proscripción del cáñamo. Sin embargo, al margen de eso es importante dejar los preconceptos de lado, a la hora de analizar este cultivo como una alternativa medioambiental provechosa.
Lo cierto del caso es que:
“El cáñamo es una planta de crecimiento rápido de la que se aprovecha todo para los propósitos más dispares a la vez que útiles. Del tallo se obtienen fibras empleadas como tejidos, cuerdas o refuerzos. De las semillas se puede extraer un aceite con infinidad de aplicaciones, desde alimento hasta cosméticos, e, incluso, combustibles o plásticos, pudiendo sustituir al petróleo de manera eficaz.” (López-Aguilar, 2020)
En otras palabras, el cáñamo representa una opción para un sinfín de alternativas industriales, siendo más ecológica que sus alternativas. Cabe destacar el sector de la construcción y los textiles como dos ámbitos que podrían beneficiarse grandemente de un cambio de paradigma en este sentido, ya que son dos de los más contaminantes en la actualidad. De hecho, retomando el aspecto de la sabiduría milenaria, se tiene registro de cultivos de cáñamo desde hace aproximadamente 4000 años en la antigua China (López-Aguilar, 2020).
¿Cáñamo Sostenible?
Pero, ¿por qué sostenemos que el cáñamo es una alternativa sostenible? Veamos algunos datos y comparaciones con respecto a las opciones tradicionales:
- Una hectárea de cáñamo produce 2000kg de fibra textil, frente a los 400kg que produciría una de algodón.
- De igual forma, una hectárea de cáñamo es capaz de producir 4 veces más papel que lo que se produciría con árboles. A esto hay que añadirle un proceso (de fabricación) bastante más eficiente, todo sin tomar en cuenta el tiempo de crecimiento de los árboles (décadas) contrastado con los 6 meses del cáñamo.
- Todos los residuos de su producción son biodegradables, adicionado al hecho de que se aprovecha cada parte de la planta.
- Incluso desde el punto de vista económico, representa una alternativa de bajo costo y alta productividad, que sería una poderosa vía de inclusión para comunidades desfavorecidas. De hecho, su cultivo en España ya se encuentra subvencionado. (Hay Eco, 2017)
Otra cuestión, que merece una mención aparte, resulta ser la impresionante capacidad del cáñamo para combatir los gases del efecto invernadero, ya que “retiene el CO2 de la atmósfera con su rápido crecimiento y reduce las emisiones de CO2: el cáñamo utiliza la energía del sol para convertir el CO2 atmosférico en hidrocarburos y agua.” (Ibañez, 2019)
Redescubriendo
En suma, el cáñamo ha estado con la humanidad desde tiempos inmemoriales y siempre ha colaborado con el desarrollo social, por su papel de materia prima universal. Por aspectos políticos, que no hemos entrado a debatir aquí, se le estigmatizó y su uso se descontinuó en muchas partes del mundo. Sin embargo, actualmente estamos redescubriendo sus propiedades y beneficios, por lo que cada vez demanda mayor atención.
¿Cuáles es tu opinión? ¿Crees que el cáñamo debería ser considerado una opción industrial para combatir el cambio climático? Déjanos saber en la sección de comentarios y fomentemos la discusión sobre este importante tema que es el Cáñamo Sostenible
[1] Muchas veces se hace referencia a los incas, para referirse a dicha civilización andina, pero resulta más adecuado llamarlos quechuas. El inca, como tal, era su gobernante y líder supremo, mientras que la denominación quechua, se refiere de manera general a dicha población.
[2] En idioma quechua, “Pacha” significa universo, mundo, tiempo, tierra; mientras que “Mama” se refiere a madre.
[3] El límite para definir esto, se suele fijar en un 4% de contenido de THC, que es la sustancia responsable de los efectos que se buscan con el uso recreativo de la planta. Esto quiere decir, que el cáñamo industrial debe tener menos de ese porcentaje para considerarse de ese modo.
